Si la arquitectura es específica para un lugar y un cliente ¿Puede ser arquitectura un espacio diseñado para muchos lugares? En Hombre de Piedra Arquitectos sabemos que así es. Pues si una arquitectura se diseña también para una función ¿Qué sucede cuando esa misma función se repite en distintos lugares para un mismo cliente? ¿tiene sentido dar respuestas radicalmente diferentes para situaciones tan similares? Teniendo en cuenta en su diseño la posibilidad de adaptación a distintas condiciones climáticas y un estudio de la implantación específica para aprovechar las cualidades de distintos lugares, una misma arquitectura con cierta variabilidad, sería la respuesta más lógica.

Es el caso de estas oficinas modulare industrializadas que hemos diseñado en Hombre de Piedra Arquitectos para la promotora AEDAS Homes en toda España incluida Canarias y de las que llevamos construidas una decena. Con unas mismas reglas de juego constructivas y arquitectónicas, hemos diseñado varios tipos de oficinas para atender las necesidades de distintos lugares, con tamaños que van desde 120 a 204 m².

Los “puntos de venta” solían ser casetas de obra disfrazadas con baja calidad material, durabilidad y nula sostenibilidad. Las que proponemos aquí, sin embargo, se inspiran en las cualidades que debe tener cualquier buena vivienda contemporánea. Tanto el edifico, la implantación en el solar, con un camino rematado en rampa de acceso y alero para acoger al cliente, como el jardín al que se abren, se diseñan para ofrecer una experiencia que permita disfrutar de la estancia. De esta forma, se aprovecha la oportunidad de comunicar al cliente la capacidad de la marca para crear espacios de calidad, contemporáneos y habitables. La precisión de la arquitectura modular industrializada, realzada por un diseño que entiende, considera y saca partido a esta cualidad, contribuye muy bien a ésto. 

Cada una de estas oficinas se fabrica en dos meses, más dos días de transporte y una semana de repasos insitu. Además, se diseñan para poder ser desmontadas fácilmente y rehusadas lo que aumenta significativamente su sostenibilidad medioambiental y económica. Cualquier implantación nueva o reubicación, necesita un estudio arquitectónico que realizamos para justificar la idoneidad de la solución en esa ubicación específica, adaptando, si fuera necesario el prototipo. Este es el matiz que diferencia una mera construcción comercial de la arquitectura y que exige siempre la intervención de un arquitecto