DATOS DEL PROYECTO

Arquitectos: HOMBRE DE PIEDRA ARQUITECTOS, BURÓ 4 

Cliente: JUNTA DE ANDALUCÍA, DIRECCIÓN GENERAL DE MOVILIDAD, CONSEJERÍA DE FOMENTO ARTICULACIÓN DEL TERRITORIO Y VIVIENDA 

Uso: TRANSPORTE

Ubicación: ANDALUCÍA

Superficie construida: 24 m– 18.323 m2 

Año de proyecto: 2019

Reconocimiento: PRIMER PREMIO EN CONCURSO DE ARQUITECTURA PARA LA REALIZACIÓN DE INTERCAMBIADORES DE TRANSPORTES. DIRECCIÓN GENERAL DE MOVILIDAD, CONSEJERÍA DE FOMENTO Y ARTICULACIÓN DEL TERRITORIO, JUNTA DE ANDALUCÍA

intercambiador de MODULAR DE transportes

La estrategia de diseño propuesta resuelve la necesidad implantar intercambiadores de transportes racionalmente construidos en diferentes localidades para la Red Autonómica de Transporte de Andalucía. Como la funcionalidad es similar, es lógico plantear la posibilidad de la prefabricación industrializada en taller. De esta manera se racionalizan las construcciones asegurando su calidad, cuidado, además, los recursos económicos y medioambientales. Esta solución  conllevaría la homogeneización de las edificaciones para conseguir un único tipo industrializable.

Por otro lado, la diversidad de las localizaciones aconseja que la instalación prefabricada no se diseñe como un modelo único a implantar en cualquier ubicación. Hay paradas situadas en plazas o en los extrarradios y otras en pequeñas aceras encajadas en el interior de los núcleos urbanos. Hay intercambiadores que necesitan acomodar una media de 250 pasajeros en espera y albergar la parada de 8 autobuses junto a estaciones de tren. Otras sólo a 25 pasajeros y un autobús. Por tanto, es lógico concluir que el edificio propuesto no debería ser un único modelo repetido sino infinitos para que pudieran adaptarse a diferentes condicionantes reales de cada contexto urbano.

Para solucionar la contradicción de producir un edificio prefabricado repetido y la necesidad de generar soluciones distintas que se adapten a diferentes localizaciones, se propone el diseño de un sistema de edificio modular adaptable. La idea es prefabricar no la totalidad del edificio como unidad, sino los módulos que lo componen. Estos módulos son los que se fabrican en serie en taller de manera sistemática. Al unirse en el sitio de obra de manera distinta, configuran diferentes versiones o tipos de edificios que se adaptan a cada localización.

Históricamente hemos aprendidos las ventajas e inconvenientes de repetir y combinar partes de un mismo diseño arquitectónico. Una de las claves del éxito es buscar el equilibrio entre repetición económica y variabilidad interesante adaptada al sitio. El abuso en de la repetición produce edificios aburridos que no parecen estar hechos para resolver los problemas de las personas que los usan ni de la ciudad que los albergan si no de los que los construyen o promueven. Suelen contar con el rechazo ciudadano. Por otro lado, un exceso de variabilidad añade complejidad y resta racionalidad y rendimiento económico al proceso.

El diseño de la forma de esos módulos debe ser tal que permita la generación de una superficie en planta coherente, es decir que pueda llenarla sin huecos. Matemáticamente este problema está estudiado por el campo de la teselación de superficies que limita a 3 las formas regulares que lo permiten (mediante triángulos, cuadrados y hexágonos). Cuando las teselaciones combinan distintos polígonos regulares o irregulares, las posibilidades de combinación aumentan considerablemente. En 1910 Luding Bieberbach demostró matemáticamente que las formas posibles de combinación de esta geometría son diecisiete que se corresponden con los diecisiete grupos cristalográficos planos que se dan en la naturaleza descubiertos por Evgraf S. Fedorov en 1891. Sorprendentemente todas y cada una de estas diecisiete posibilidades se encontraban, 400 años antes, en los mosaicos de la Alhambra y son la base de la azulejería tradicional andaluza. También han inspirado muchas de las creaciones del artista M. C. Escher.

Por tanto, partiendo de una geometría tan enraizada en la tradición andaluza como ésta de la azulejería, pero también tan universal como la naturaleza o las matemática, podemos encontrar significado a un diseño que puede estar implantado en cualquier punto de la geografía. Tomando como plantilla una malla hexagonal triangularizada de un diseño de mosaico muy frecuente con teselado semirregular (combina distintos polígonos regulares) que se corresponde al grupo p6m en la clasificación de Federov, dibujamos dos formas de módulos. De la combinación de estas dos formas en sus dos versiones portante (“paraguas”) y soportada (“lucernario”), se consiguen infinitas configuraciones posibles de edificios.