DATOS DEL PROYECTO
Arquitectos: HOMBRE DE PIEDRA ARQUITECTOS, JUAN IGNACIO VILDA MARÍN
Cliente: ALICIA SÁNCHEZ GARCÍA
Uso: VIVIENDA
Ubicación: MEDINILLA, ÁVILA
Superficie construida: 158 m2
Año de : 2021
Fotografía: JUAN MANUEL ROJAS FERNÁNDEZ, JUAN IGNACIO VILDA MARÍN
la casa escondida
Una estrategia de rehabilitación para la España vaciada viable gracias a la arquitectura industrializada.
Un diálogo entre la arquitectura más tradicional y la más contemporánea, desde el respeto que supone entender que son realidades distintas. Aunque dialoguen, no se pueden confundir. Las personas actuales que las habitan son muy diferentes de los labradores originales. La arquitectura no puede ser igual.
Con 78 habitantes censados, Medinilla de Ávila llegó a tener 3.000 habitantes en los años 60. La falta de mano de obra en la construcción es inconmensurable. Parece exagerado, pero es un avance del desierto laboral al que nos dirigimos en la construcción tradicional en toda España.
Lo más viable para que la familia pudiera rehabilitar esta antiguo portal castellano dedicado al ganado (nunca fue casa) de más 200 años de antigüedad, conforme a estándares de calidad del siglo XXI, era fabricar una casa en donde estuvieran disponibles los medios de producción actuales.
Por otro lado, la familia quería mantener al máximo intacta la belleza de esos muros de piedra. Pero cualquier intervención que cumpliera el CTE en materia de aislamiento e impermeabilización, obligaría a taparlos ya sea interiormente o exteriormente.
La solución: una vivienda-cápsula contemporánea, con todas las calidades que nos ofrece la industria actual y con calificación energética A. Fabricada en el lugar que posee los medios adecuados, por Cimpra (Utrera, Sevilla), proyectada usando como módulo de diseño y construcción contenedores marítimos porque son el máximo volumen transportable de manera convencional por carretera, lo que es importante conociendo los accesos que conducen a ese pueblo.
Se introduce por módulos desde el tejado del antiguo portal castellano, dejando emocionantes espacios de transición, a modo de patios, entre la edificación de piedra y la actual, permitiendo disfrutar de manera casi arqueológica de la belleza ancestral de la construcción original intacta.