El Puerto de Ayamonte ocupa gran parte del frente marítimo al tener una configuración lineal de usos (deportivo, pesquero y de transporte de pasajeros, además de una zona de servicio para varadero y astilleros). La fusión tan característica de la ciudad con su puerto llega ser confusión en el muelle de Portugal. En esta zona pesquera, las explanadas portuarias son invadidas por aparcamientos de vehículos que dificultan la funcionalidad industrial y arruinan su potencialidad paisajística.

El objetivo de la propuesta de intervención se centra en resolver y optimizar la operatividad del puerto pesquero en el muelle de Portugal, como continuación del puerto de pasajeros, así como mejorar la relación de la ciudad con su frente marítimo. Se propone el diseño de una gran plaza que, a modo de magnífico balcón y puerta de la ciudad, permita a Ayamonte asomarse a su río Guadiana y recibir a los visitantes que desembarcan en esta zona. Para ello se diseña un edificio que configura esa plaza, ordena usos y es, a su vez, una fachada digna del puerto a la ciudad. Se apuesta también por el valor cultural de la actividad pesquera además de su importancia industrial, al estimular recorridos ciudadanos y turísticos por el interior de la lonja. El edificio adquiere su identidad a través una envolvente o piel singular que desdibuja su volumen y que se estira para general el vallado perimetral del recinto pesquero, como en una extensión natural del edificio en el paisaje.

La ordenación propone la implantación del edificio perpendicular al Muelle de Portugal, lo cual permite la generación del nuevo y amplio espacio urbano que a su vez oculta y organiza tras de sí los trasiegos de carga del pescado y movimiento de vehículos. 

El edificio cuenta con todas las dependencias exigidas en el programa de necesidades, además de incorporar nuevas demandas como la exposición abierta a visitantes externos o turistas. La integración del uso turístico en los recorridos del edificio (diferenciados del uso específico de trabajo) promueve la continuidad del paseo por el muelle en su dirección sur-norte. 

La nueva plaza urbana será ese gran hall de ciudad como punto de recepción y encuentro pasajeros-ciudadanos. Se proyecta como una gran plaza dura continua, dulcificada con cambios en el acabado del pavimento de hormigón e incorporando zonas blandas para la inclusión de especies arbóreas que junto al mobiliario urbano harán de este nuevo gran espacio urbano un lugar vivido por los Ayamontinos. En definitiva, se busca el diálogo puerto-ciudad asumiendo adecuadamente tanto la actividad pesquera como su valor urbano.