Oficinas y Gasolinera

OFICINAS Y GASOLINERA
Situación: Av. Ramón y Cajal, Sevilla
Superficie construida: 14.842 m2
Presupuesto: 9.028.973 €
Estado: 1ª fase terminada, estructura completa
Clientes: P.R.A.S.A., Enramadilla S.L.
Constructoras: CISA, DOYC
Consumo energético estimado: 22,9 kWh/(m2 año)
Emisiones CO2 estimadas: 14,1 Kg CO2/(m2 año)

Oficinas y Gasolinera

More information in English:
Ramón y Cajal Building in Sevilla Contemporánea book

Más información en español:
El edificio Ramón y Cajal toma forma
Desapuntalado el gran volumen en vuelo del edificio Ramón y Cajal.
El volumen en vuelo del edificio Ramón y Cajal
Comienzo de obras del edificio Ramón y Cajal
El edificio Ramón y Cajal en el libro Sevilla Contemporánea
El edificio Ramón y Cajal en Infodomus nº 21

Oficinas y Gasolinera

Oficinas y Gasolinera

Oficinas y Gasolinera

Oficinas y Gasolinera

Edificio de oficinas y gasolinera en Av. Ramón y Cajal, una zona de gran tradición terciaria en Sevilla.

Se proyecta un edificio que ejemplifica valores contemporáneos de empresa: calidad, creatividad, sostenibilidad y adaptabilidad. Y el planeamiento incluye además una condición no habitual: conseguir la completa integración urbana de una estación de servicio. El edificio también integra estrategias de sostenibilidad en su arquitectura de forma reflexiva y positiva. Por tanto es también una metáfora optimista de la evolución en la relación del hombre con los recursos energéticos.

Muchos edificios de oficinas se esfuerzan en trasmitir una idea de solvencia a través de su aspecto rígido, geométrico y seriado. Frente a esto, un edificio ligero, flexible, orgánico se diferencia de las imágenes hieráticas convencionales, consigue distinguirse y reconocerse. Esto es un valor competitivo.

En las fachadas este-oeste una envolvente metálica continua, sin aristas que diferencien planos y con líneas de junta vertical, dibuja y subraya los volúmenes redondeados. Como célula macrófaga, es capaz de integrar la gasolinera lanzando un pseudópodo y fagocitándola.

Los espacios deben ser flexibles para permitir la instalación de distintas empresas con sus distintas necesidades e incluso su evolución en el tiempo. Flexibilidad espacial no siempre es seriación e isotropía. La gran longitud del edificio que propiciaría inacabables pasillos y espacios monótonos, es interpretada como una oportunidad para crear recorridos con interés. Como en el exterior, se evitan interiores repetitivos. Los pilares circulares ni siquiera sugieren una organización cartesiana aunque tampoco la impiden. Las envolventes con distintas ventanas, acontecimientos en las plantas como las profundas bocas-terrazas, los núcleos que como orgánulos interiores flotan libres, pero colocados estratégicamente sugiriendo lugares distintos, circulaciones o estancias, … todo esto persigue la creación de un paisaje interior que pide ser recorrido, habitado y completado de distintas formas por las empresas. Por tanto, espacios flexibles pero que parten de una personalidad ya dada.

La flexibilidad de los espacios aumenta con la posibilidad de usar y tocar la fachada con cortinas o amueblamiento. La “estética convencional” de los muros cortinas recomendaba evitar la colocación de mobiliario o cortinas contra el vidrio. Al verse desde el exterior, perturban el “elegante aspecto homogéneo” de estas fachadas. El ritmo no seriado del muro cortina de nuestro edificio, que incluye distintas ventanas y zonas opacas, permite que se transparente cualquier añadido revelador de la vida interior sin pérdida de coherencia. Queda integrado en esta piel viva.

El valor más sólido de las empresas está en su capital humano. De la productividad y la creatividad de sus empleados depende en gran medida el futuro de la empresa. Lugares confortables, con amplias vistas, bien iluminados de forma natural pero protegidos del sol, que permitan el contacto con el exterior, mejoran el bienestar del empleado y su productividad.

Al ser la iluminación en gran medida natural, el usuario es consciente de la hora del día por la variación de su intensidad y espectro. También es consciente de la época del año por el cambio estacional en la vegetación integrada en la arquitectura. Todo esto está demostrado que colabora a evitar agotamiento y estrés.

En vez de las fachadas estancas que propician los espacios viciados típicos de las oficinas, aquí simplemente se da al usuario la posibilidad de abrir una ventana. Éstas no se mimetizan de forma avergonzada en el muro cortina, sino que llaman la atención desde el exterior y desde el interior para estimular su uso. Las aperturas a distinta cotas favorecen la ventilación. Pero sabemos que esto no siempre es posible en espacios donde trabajan distintas personas. Por lo que se pueden abrir ventanas en la galería sur, zona común de comunicación y estancia. En esta zigzagueante fachada de vidrio hay espacios para sentarse y contemplar la vegetación de la doble piel. Y también se puede salir a las profundas terrazas que hay en cada planta para tomar un café y charlar con los compañeros o clientes.

En las fachadas este-oeste, la piel de zinc es penetrada por huecos verticales que respetan la modulación de la junta alzada. La proporción vertical de estos huecos y su profundidad permite a las jambas dar una protección solar adecuada a estas orientaciones.

El marketing nos enseña que uno suele utilizar lo que tiene presente, lo que ve. Una amplia escalera apoyada en un gran paramento vegetal, protagoniza el espacio del vestíbulo de los ascensores para que no pase desapercibida. Su uso está garantizado y será muy agradecido al representar una alternativa a las tediosas esperas de los ascensores en horas punta.

El vuelo de 17 metros que alberga la gasolinera se resuelve más con geometría que con tecnología. Es una estructura metálica que en el empotramiento con el resto del edificio tiene más de 7 metros de canto, de modo que las secciones de los perfiles son razonables. La transmisión de la tracción del cordón superior se hará a un forjado que la irá repartiendo entre los numerosos pórticos. Su valor máximo de 30 T/m en el empotramiento no supone más que un suplemento en el armado de nervios. Los núcleos colocados con la inercia correcta absorberán, al ser más rígidos, una mayor parte de este esfuerzo.

Equipo primera fase (finalización estructura completa):

Arquitectos: Juan M. Rojas Fernández, Laura Domínguez Hernández
Colaboradores: Antonio Ortiz Morilla, Marta Solanas Domínguez, David Villegas Cerredo
Estructura: Elías F. Oteo, Rafael Ruiz Vera
Instalaciones: Joaquín Guerra Macho

Equipo segunda fase (terminación de gasolinera y algunos locales y oficinas):

Arquitecto: Juan M. Rojas Fernández