LONJA, OFICINAS DE LA AUTORIDAD PORTUARIA Y RENOVACIÓN PAISAJÍSTICA DEL MUELLE DE PORTUGAL EN AYAMONTE
CONCURSO: PRIMER PREMIO

PROMOTOR: JUNTA DE ANDALUCÍA. AGENCIA PÚBLICA DE PUERTOS DE ANDALUCÍA. CONSEJERÍA DE FOMENTO, INFRAESTRUCTURAS Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO.
ARQUITECTOS: ELAP-Hombre de Piedra

Superficies:
Edificio: 1.287m2
Explanada pesquera: 4.314 m2
Área de ordenación: 15.421 m2

Presupuesto estimado: 2.098.998 €

UN BALCÓN AL GUADIANA

Los puertos son para las localidades que los albergan fuente de identidad y riqueza. Suelen representar también un problema urbano en la relación de estas ciudades con sus frentes marítimos. Pero por su carácter industrial, no totalmente colonizado por la trama urbana, en constante transformación y por tanto flexible, los puertos a menudo son un espacio de oportunidades que bien aprovechados pueden colaborar en transformar la completa fachada urbana de las ciudades. Para ello es importante entender y valorar adecuadamente tanto su funcionalidad portuaria como sus potencialidades urbanas y trazar una estrategia que las haga compatibles.

El caso del Puerto de Ayamonte, nos encontramos con una configuración lineal de usos (deportivo, pesquero y de transporte de pasajeros, además de una zona de servicio para varadero y astilleros) que ocupan casi todo el frente marítimo de la ciudad. La fusión tan característica de la ciudad con su puerto llega ser confusión en el muelle de Portugal. En esta zona pesquera, las explanadas portuarias son invadidas por aparcamientos de vehículos que dificultan la funcionalidad industrial y arruinan su potencialidad paisajística.

Los objetivos de la propuesta de intervención son tanto optimizar la operatividad del puerto como mejorar la relación de la ciudad con su frente marítimo. Se propone en el muelle de Portugal el diseño de una gran plaza que, a modo de magnífico balcón y puerta de la ciudad, permita a Ayamonte asomarse a su río y recibir a los visitantes que desembarcan en esta zona. Para ello se diseña un edificio que configure esa plaza, ordene usos y sea una digna fachada del puerto a la ciudad. Se apuesta también por el valor cultural de la actividad pesquera además de su importancia industrial, al estimular recorridos ciudadanos y turísticos por el interior del edificio. La necesidad de una clara delimitación del ámbito portuario se realiza con calidad arquitectónica como extensión natural del edificio en el paisaje que desenrolla su piel para generar el vallado perimetral.

La ordenación propone la implantación del edificio perpendicular al Muelle de Portugal, lo cual permite la generación del nuevo y amplio espacio urbano que a su vez oculta y organiza tras de sí los trasiegos de carga del pescado y movimiento de vehículos. A su vez, el nuevo edificio consolida el acceso del puerto unificando y asumiendo las edificaciones existentes para conformar un volumen unitario “infraestructura de uso” con calidad arquitectónica y urbana.

En definitiva, se busca el diálogo puerto-ciudad estimando adecuadamente tanto la actividad pesquera como su valor urbano.

El edificio cuenta con todas las dependencias exigidas en el programa de necesidades, además de incorporar nuevas demandas como la exposición abierta a visitantes externos o turistas. Todas las estancias destinadas a la comercialización se ubican en planta baja: Cámaras de conservación, almacén y limpieza de envases, Sala de subastas, oficina de administración, vestuarios y aseos, almacén de limpieza y muelle de carga. Además se han incluido en esta misma planta un espacio de venta directa al público y una zona de degustación, ubicadas en la planta baja del edificio de Capitanía existente, con acceso directo desde la nueva plaza urbana. En planta alta se mantienen las oficinas de Capitanía.

El volumen se desarrolla en dos niveles, donde las salas de expedición/exposición y manipulación mantienen toda la altura. Se dispone de un recorrido para el visitante externo interesado en visualizar y seguir todo el proceso, desde el desembarco del pescado, el pesaje, el proceso de preparación para su subasta, la subasta y la salida de sin que las visitas turísticas interfieran en el desarrollo de la actividad. Esto es posible gracias a recorridos de visitas externas tanto en planta baja como en planta alta con visualización directa a través de paños acristalados. La actividad específica de la actividad consta de recorridos propios internos independientes al de los visitantes externos. A excepción del acceso principal el cual consideramos un espacio común. En planta alta se ubican las zonas de oficinas, accesible mediante escalera y ascensor adaptado.